Gasto burocrático

Todos sabemos que, salvo excepciones, los estados gastan más de lo que ingresan y que, en general, mientras su economía crece no llegan a quebrar.Desde 2008 España gasta mucho mas de lo que ingresa (45% en el 2011, 41 % en el 2010 y 86 % en 2009). Mientras no exista un tonto que aporte estas cantidades, no queda más remedio que reducir gastos y ajustarlos a los ingresos. Por mucho que se suban los impuestos, a corto y medio plazo, los ingresos poco pueden aumentar. La única solución es reducir gastos y eso implica reducir el coste de los empleados públicos, que, junto con las pensiones, es la mayor partida con diferencia.Esta página no trata de si los empleados públicos trabajan mucho o poco, de si lo que realizan es útil o no, etc. Sencillamente trata de ver que no hay dinero suficiente para pagar lo que actualmente cobran. Una familia con ingresos de 2000 euros no puede tener chofer y cocinero, por muy trabajadores que estos últimos sean. España no puede gastar 122.000 millones de euros en empleados públicos, sencillamente porque no dispone de ese dinero. Puede hacerlo endeudándose un año, dos, tres, ... (si es que alguien le presta) pero no indefinidamente. Sería absurdo no eliminar en primer lugar las subvenciones a partidos políticos, sindicatos, organizaciones empresariales, televisiones públicas, ONG's, etc. Habría que reducir el número de políticos a menos de la mitad y desde luego habría que dejar de gastar en tonterías que no podemos permitirnos: aeropuertos, AVE´s, autopistas, etc. Como todo lo anterior es insuficiente no queda mas remedio que reducir el coste de los empleados públicos en valores muy altos (¿20%? , ¿25%?). Esto implica pasar de 3 millones de empleados públicos a menos de 2,5 o reducir su sueldo en las proporciones anteriores.Una opción no traumática, pero insuficiente, es mantener la tasa de reposición congelada. Si no se cubren plazas, el sector público perderá cerca de 300.000 efectivos en los próximos tres años, lo que supone casi el 10% del total.Otra posibilidad es facilitar las prejubilaciones. Esto conseguiría disminuir los empleados públicos a costa de pasar el muerto a la Seguridad Social o al organismo que pague. Es hacerse trampas.No creo que Rajoy, ni ningún político, se atreva a abordar el tema en toda su crudeza. En consecuencia, salvo que nuestra economía comience a crecer ya, con tasas superiores al 5 %, estamos condenados a la ruina y solo se evitará si nos intervienen, como a Irlanda y a Portugal. En este caso las medidas serán duras e injustas. No obstante, si no nos intervienen la situación será peor, será un sálvese quien pueda.