jueves, 22 de mayo de 2014

SUPERPOBLACIÓN


Superpoblación


Alan Weisman: "El desequilibrio que estamos creando, la naturaleza no lo va a permitir".
"Los seres humanos estamos en el crecimiento más anormal de toda la historia de la biología".
"Estamos reventando el mundo. Ocupamos demasiado espacio".
"Muchas veces los economistas nos dicen que tenemos que seguir creciendo y que necesitamos poblaciones muy grandes para tener más consumidores pero realmente lo que quieren ellos es que la mano de obra sea muy barata".
Alerta la superpoblación acabará con todo. Bienvenidos a la realidad.
Existen muchísimas especies, innumerables. Sabemos que hay una de ellas que está ocupando más y más lugar. De hecho, el 40% de la Tierra no congelada se dedica a alimentar, por cultivo o por pastoreo, a una sola especie, la nuestra. No queda lugar para las demás y estamos llevando a cabo una extinción enorme que no tiene similitud desde que desaparecieron los dinosaurios. Y aquello fue causa de un asteroide. Ahora nosotros somos el asteroide. Los seres humanos estamos en el crecimiento más anormal de toda la historia de la biología y eso está creando un desequilibrio que la naturaleza no va a permitir.
Hemos llegado a un momento de decisión, porque las crisis en términos ecológicos se nos están amontonando. Durante el siglo XXI tenemos que decidir si lo vamos a manejar nosotros o la naturaleza nos va a manejar. Lo más importante que encontré es que hay más esperanza de la que hubiera pensado porque podemos atacar un problema que únicamente hemos causado nosotros mismos. Por muy listos y muy dominantes que seamos, hemos creado cosas que han fortalecido la naturaleza pero también la estamos abrumando.
Tenemos que manejar la cantidad de personas que hay en el mundo. Sería paulatinamente, durante las próximas dos o tres generaciones, teniendo menos hijos. Si cada pareja tiene dos hijos, se cumple la tasa de reemplazo, es decir, nos sustituimos unos a otros en número. Si se tienen dos o menos hijos, vamos a ir yendo hacia una población más sostenible.
Dice que cada cuatro días y medio hay un millón de personas más en este planeta. La naturaleza, sin nuestras presiones cotidianas, puede recuperarse de una manera rápida. Cada año somos 80 millones más. Es escalofriante. Nuestras mentes no pueden asumir tal concepto. Estamos ocupando demasiado espacio, estamos creando demasiados desperdicios que van a la atmósfera y que son absorbidos por el mar, lo que nos dio vida, el primer eslabón en la cadena alimentaria. Estamos hasta cambiando, como nunca, la química marina. Entramos en un terreno de incógnito y nuestra supervivencia está en juego.

Muchos científicos están bastante preocupados. Todos somos consumidores y, aunque intentemos consumir menos, lo que más nos agarra es nuestra adicción a la energía. Todos usamos electricidad. No tenemos una alternativa ideal a los combustibles fósiles. Hay paneles solares, turbinas eólicas, pero no a una escala tan masiva para hacer funcionar todas nuestras industrias ni para calentar todas las ciudades del mundo. Estamos echando la mayor cantidad de dióxido de carbono a la atmósfera desde hace tres millones de años, cuando los mares estaban 30 metros más altos. Todas las costas de todos los continentes estarían bastante distintos a como están hoy día. Y la mayor parte de la economía del mundo se concentra en ciudades con puerto. Eso es preocupante. Dos tercios de los humanos vivimos a menos de 250 kilómetros del mar y tenemos que pensar lo que estamos haciendo ahora.

 Quiero intentar, junto a otros, avisar a la gente que hemos llegado a un límite que la raza de los seres humanos nunca había encontrado en su historia. Siempre podemos, como cualquier organismo, crecer y crecer. Como cualquier otra especie, fuimos creados para hacernos copias a nosotros mismos, copias extras de hecho, porque la mortalidad infantil es enorme en la naturaleza, pero los supervivientes siguen y así sobrevivie la raza. Durante el 99% de nuestra historia casi no creció la población, o muy paulatinamente.
A comienzos del siglo XIX fue descubierta la vacuna contra la viruela y hubo muchos avances en la medicina y en la seguridad. Los bebés comenzaron a sobrevivir. Antes morían con muy corta edad y la esperanza de vida era de unos 40 años. Ahora vivimos el doble. La población ha ido creciendo y, ya en el siglo XX pasaron dos cosas más que realmente nos hizo explotar y duplicar la población dos veces en un solo siglo, que es una cosa única en la historia de la biología.
Antes de la Primera Guerra Mundial se consiguió una forma de sacar nitrógeno de la atmósfera y aplicarlo químicamente en los suelos. La cantidad de plantas en el mundo estaba limitada. Hoy en día podemos hacerlo sin parar. Pero el nitrógeno artificial utiliza mucho combustible fósil para su creación y ,cuando se deteriora, crea otra gas de efecto invernadero, el oxido de nitrógeno, y contamina los suelos, los ríos, etc. Pero sin el nitrógeno artificial no estaríamos aquí el 40% de nosotros. En los años 60 hubo también un milagro agrícola, la revolución verde, donde se cruzaron plantas para producir trigo, maíz y arroz con más del doble de cereales. India y Pakistán fueron los dos primeros países donde se introdujo esta revolución, ambos superpoblados, y donde ahora no se puede emplear a todos sus habitantes, frustrados y violentos.
El general de las fuerzas aliadas Dwight Eisenhower en la Segunda Guerra Mundial dijo en la posguerra que el problema número uno de la seguridad global iba a ser la superpoblación. La población explotó dos veces debido a esas "mejoras" alimentarias, y ahora tenemos un mundo que está completamente en crisis, ecológicamente y en términos de seguridad también.

Dentro de un país, influyen. Hay países donde ya no se puede subsistir porque hay demasiada gente y el cambio climático está influyendo mucho en la agricultura y en la alimentación. En India o Pakistán hay crisis del agua, hay que perforar más profundamente. La gente que no puede sobrevivir en su propio país emigra. Pero en términos ecológicos no importa dónde estén las personas. Cada uno de nosotros necesita una estructura de recursos, materiales, alimentación. El desequilibrio es enorme. No podemos sobrevivir así.

Si seguimos creciendo como hasta ahora vamos a llegar a 11.000 millones de personas a finales de siglo. Pienso que es imposible. No vamos a poder. Ya estamos reventando el mundo con lo que estamos causando en la atmósfera, en los mares y en los suelos. Antes de la creación del nitrógeno artificial o de la revolución verde que depende de plantas que no se desarrollaron en la naturaleza y necesitan defensas artificiales que nos envenenan a través de la química en la alimentación, fuimos 2.000 millones. Esa podía ser una cifra a la que podríamos llegar si reclutáramos a menos personas para reemplazarnos. No tiene que ser algo draconiano como hicieron los chinos, con un programa que a nadie le gusta, tampoco a ellos. En Irán, por ejemplo, ha funcionado aún más rápidamente que China con su hijo único.

Lo interesante es que los programas voluntarios que mencioné, casi cada uno de ellos fue creado por un economista que se dio cuenta, por ejemplo, en el caso de Tailandia, que era imposible desarrollar el país si cada aldea estaba naufragando bajo una inundación de niños. Se pusieron unos programas de planificación familiar, a veces dando un incentivo a la gente. Hoy día, Taliandia tiene una tasa de fecundidad por debajo de la de reemplazo y la mejor economía de todo el sur de Asia. Japón, por ejemplo, tuvo que cortar su boom demográfico después de la Segunda Guerra Mundial cuando la economía estaba en ruinas. Hoy los japonenses tiene más oportunidades a futuro y sus sueldos no van a bajar, al contrario.
Muchas veces los economistas nos dicen que tenemos que seguir creciendo y que necesitamos poblaciones muy grandes para tener más consumidores pero realmente lo que quieren ellos es que la mano de obra sea muy barata. Cuantas más personas peleándose entre sí por unos sueldos miserables, más contentos ellos. En España ya se sabe, con la crisis que hay, que ese no es el rumbo correcto.
Cuando bajemos nuestra población, habrá durante una transición de una o dos generaciones con más ancianos que jóvenes. Pero los trabajadores jóvenes serán más valiosos y sus sueldos no van a bajar. Los jubilados de ahora siguen siendo económicamente productivos, pero los niños son lo que le cuesta a una economía durante los primeros veinte años porque no hacen nada salvo asistir a las escuelas y las escuelas también cuestan. Es una breve síntesis de cómo podríamos tener prosperidad.


=======================                                          =====================

Todas las ideas sobre la imposibilidad de un crecimiento ilimitado fueron de sobra conocidas y aceptadas por los economistas neo-clásicos, los cuales entendían perfectamente la necesidad de que la sociedad, en su conjunto, se preparase para alcanzar, en algún momento, un determinado "estado estacionario" (o quasi-estacionario) sostenible según la limitación de los recursos. Como ha ocurrido con tantos y tantos paradigmas de la ciencia económica, esta hipótesis ha sido completamente rechazada del análisis económico actual, que siempre ha considerado los recursos naturales como "exógenos" y cuya escasez o abundancia debe quedar implícita necesariamente sólo en el mecanismo de precios, sin ser necesario análisis detallados de las posibilidades de "colapsos" o "shocks" debido a un fenómeno global y sin tener en cuenta como los fenómenos de crecimiento exponencial hacen aumentar la velocidad de los sucesos

Pero para la solución de los problemas globales de crecimiento exponencial, usando el lenguaje del Control de Procesos, no pueden adoptarse soluciones apoyadas en estrategias de "Feed-Back" (realimentación) como son las de información de precios, es preciso usar herramientas de "Feed-Forward" (en adelanto temporal), pues, como en los tsunamis, si se espera a la percepción física del efecto devastador para iniciar el desarrollo de las soluciones, el proceso de solución y desarrollo tecnológico es demasiado lento para poder minimizar los efectos destructivos del fenómeno


Además el sistema de precios no evalúa, no tiene en cuenta fenómenos como la contaminación o la degradación medio-ambiental, son también fenómenos "exógenos" al análisis financiero en el paradigma existente. De tal forma que los esfuerzos de determinados países para reducir la contaminación de algunas industrias, haciendo "endógeno" el problema vía legislación y multas (impacto económico y de imagen); en el actual estado de la apertura al comercio (globalización), en muchos casos no conlleva a que estas industrias mejoren su estándar medio-ambiental, sino que directamente cierren y se implanten (deslocalicen) en países donde los requerimientos medio-ambientales son mucho menos restrictivos y se "externalizan" de nuevo, como ocurre también con los requerimientos de seguridad en el trabajo, y en general con las condiciones laborales de los trabajadores

La globalización es un generalizado e inmenso "dumping" medio-ambiental y social, que genera un efecto perverso sobre la sostenibilidad del conjunto, precisamente en virtud del mecanismo de precios unido a la globalización, algo que se empeñan en negar una y otra vez el "mainstream" de la "ciencia" económica actual

Por otro lado dado la magnitud de los retos que son necesario abordar, las empresas individuales serán incapaces de acometer los desarrollos científicos y de tecnologías básicas que serían necesarios, los cuales deberían tener una magnitud que dejarían en pañales al Proyecto Manhattan, sólo al alcance de los países desarrollados más grandes y siempre y cuando trabajasen de forma coordinada

Otra de las críticas recientes a la posibilidad de una limitación de recursos al crecimiento se basan precisamente en el fallo de las "profecías" Malthusianas respecto al crecimiento de la población, sosteniéndose que no se han cumplido en absoluto los augurios de Malthus sobre la capacidad de los recursos agrarios para sostener una población mucho mayor de la que había en su época

Es preciso decir que la situación de la Tierra es ahora muy diferente a la de la época de Malthus (principios del siglo XIX), en rigor, en esa época existía, en efecto, unas limitaciones de recursos y tecnológicas al crecimiento que podía continuar, indefinidamente, otros siglos o milenios con el mismo patrón lento de crecimiento, es decir no había una "urgencia" en encontrar fuentes de energías alternativas u otros recursos naturales escasos para sostener a la población existente o su forma de vida; pero es que la situación actual es totalmente diferente, nos encontramos con el pedal del acelerador al máximo, con un crecimiento exponencial sostenido, no tanto de la población como del consumo per-cápita de la misma, y asistiendo a un creciente agotamiento de los recursos, tanto en cantidad como en calidad (sólo hay que analizar el deterioro creciente de la TRE= Tasa de Retorno Energético de las fuentes de energía), y donde no se vislumbra una "solución" tecnológica que permita sostener los niveles de crecimiento de la población y el consumo con los patrones que hemos visto en las últimas décadas. Entre otras cosas por que no se está buscando, o no con suficiente ímpetu, por parte de los gobiernos y empresas, pues se fía todo a la "mano invisible" del Mercado

Evidentemente las limitaciones de recursos afectan a la sociedad según el estado de la tecnología en que se encuentra, de tal forma que un estado tecnológico mucho más desarrollado que el actual, y que podríamos llamar "ideal", podría permitir que el crecimiento de la biomasa humana ocupara literalmente toda la superficie de la Tierra, o bien que llegara a "colonizar" otros planetas, pero es que el número y magnitud de las limitaciones a los que nos enfrentamos en la actualidad nos llevan a pensar que será prácticamente imposible encontrar toda la inmensa serie de mejoras tecnológicas que nos permitan superar los retos que actualmente tenemos planteados, y de forma casi inmediata, y así poder continuar durante muchas décadas más con el mismo patrón de crecimiento desbocado; entre otras cosas por que no se asume que tengamos un grave problema de limitación de los recursos por parte de nuestros gobernantes y  en general por los "creadores de opinión" de la sociedad

Las limitaciones a la población, en la época de Malthus y los siglos anteriores, aparte de debido a una mayor tasa de mortalidad infantil y menor esperanza de vida, como detalla el historiador  Benjamin Farrington en sus ensayos, se basaba en gran parte en la extensión de la "soltería", es decir, los matrimonios se realizaban según los recursos existente, de tal forma que era normal que en una familia sólo contraía matrimonio el hijo varón mayor que era el que heredaba la tierra o, en general, los recursos de la familia, mientras el resto de hermanos continuaba viviendo en el hogar familiar (familia extensa) y trabajando allí pero sin poder casarse, ya que la tierra disponible no podía sostener a una nueva familia. Las mujeres igualmente se casaban si tenían la suerte de encontrar un hombre con tierras o recursos suficientes que quisiese casarse con ellas
Las sociedades pre-industriales estaba llena de solteros y solteras con una vida gris y sin proyecto de futuro, y esa es la razón que explica la facilidad con que los más humildes optaban por la emigración y se sumaban a los movimientos de colonización o conquista, no para perseguir riquezas o poder, sino simplemente la posibilidad de fundar una familia
Por ejemplo los segundones de Europa se unieron en masa a las Cruzadas en gran parte por las posibilidades de tener un feudo, en el caso de los nobles, y una tierra con la que poder sostener una familia, en el caso de los vasallos

En Roma o en general en el Mundo Antiguo pre-cristiano, el control de la población se basaba mucho más en el infanticidio o el abandono de niños, sólo hay que leer las leyes Constantinianas de prohibición del abandono de niños (los "expósitos") y por supuesto de respeto a la vida humana en general (como sus leyes contra la normal costumbre de mutilación y abandono de esclavos enfermos). Los niños no queridos en la Edad Antigua eran asesinados, abandonados o vendidos como esclavos para el trabajo o el sexo, y muchos de ellos morían muy pronto por los malos tratos y el hambre. Ese era el "sabor" del mundo Clásico, tan alejado de los estereotipos idealizados por películas como la de Abenámar sobre Hipatia o la idealización de la Ilustración respecto de esa misma época
La alternativa más "humana" al infanticidio generalizado fue la soltería y la represión sexual


No hay comentarios:

Publicar un comentario